Arrugas de Ignacio Ferreras

ARRUGAS de Ignacio Ferreras
“Viejos y pastillas”

El cine de animación no es cine. Solo es una sucesión de gags con personajes más o menos simpáticos en los que los animadores se lucen con todo tipo de alardes. Dime cuantas intercalaciones has hecho y te diré con que presupuesto contabas.

El cine de animación es solo para niños. Eso sí, en la última década, sobretodo gracias al éxito y buen hacer de Pixar, las pantallas se han inundado de propuestas “comerciales” (es decir, que llegan a las salas) que consiguen captar al espectador adulto.

El cine de animación no es un género por sí solo. Es solo otro medio de contar historias. Y de historias hay de todo tipo y destinadas a todo tipo de público

El cine de animación en España ¿animación en España? ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? Pues sí, alguien hay. Los que se afanan en imitar formulas importadas que necesitan del presupuesto, de la gente y del tiempo del que al parecer no disponemos aquí, y los que intentan hacer su película, original o no, sin colorantes y conservantes añadidos.

¿Una película de animación española basada en un cómic de Paco Roca? mis foides oídos se llenan de gozo. Confieso no haberme leído el cómic aún y después de haber visto su adaptación cinematográfica ardo en deseos de hacerlo.

“Arrugas” es una película sensible y sensata, conocedora de sus límites y sus capacidades, que combina hábilmente momentos desoladores, cómicos y ñoños (dicho con cariño). Viene envuelta con un principio y un final muy logrados y lo que hay en medio no se queda a la zaga. A pesar de que no hay escapatoria de la residencia donde están atrapados los protagonistas la trama se permite algunos descansos en forma de flashbacks y escapes simbólicos (un poco de la ñoñería antes mencionada, pero muy bien calzada). Sugiere de forma eficiente la decadencia de la vejez sin mostrarla en todo su esplendor. No hay truculencia, ni en el guión ni en la estética, tan limpia y sencilla (aparentemente) como en el cómic en el que se basa. Con su retrato de personajes pequeño y sin pretensiones consigue esbozar un plano de grandes dimensiones sobre el complejo problema de “¿Qué hacemos con los que ya no sirven en nuestra sociedad?”.

A diferencia de sus protagonistas, goza de buen ritmo y sin excesivas filigranas hace un buen uso de los encuadres, los planos fijos y algunos movimientos de cámara (si, también los hay en el cine de animación). De entre las filigranas, destacar el movimiento de cámara que hay en la escena de la carretera, casi al final de la película.

Tal vez no estemos muy acostumbrados a este tipo de propuestas más adultas en la animación autóctona. Sin ir más lejos, “Chico y Rita” intentaba deslumbrar más con sus técnica que con su argumento y personajes, excesivamente simplificados. Sería más fácil encontrar ejemplos en propuestas foráneas. Y en los últimos años las ha habido y muy interesantes, como “Mary & Max” (no estrenada en España, tristemente), el “El ilusionista” o alguna de las joyitas del estudio Ghibli. De estos últimos, destacaría “Mis vecinos los Yamada”, en la que se podrían encontrar bastantes paralelismos con “Arrugas”, no en la temática  sino en la elección de un ritmo pausado para contar su historia y la utilización de un simbolismo y humor naif como válvula de escape a las situaciones “como la vida misma” que plantean.

Buen cine y buena animación en la que no hay personajes moviéndose de forma imposible, solo el retrato de un anciano recogiendo sus pastillas del suelo. Una a una.

El Cinefoide

Wikipedia
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3 respuestas a Arrugas de Ignacio Ferreras

  1. Laura dijo:

    ¿Y la residencia también te ha parecido un pelín más fría en la peli?

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